miércoles, 14 de noviembre de 2012

La desvinculación de Silvana Romano en Comercial o los prejuicios estéticos y etarios de aquellos que la dirigen.


Hemos asistido con perplejidad a la desvinculación (eufemismo que la empresa dice al momento de despedir a alguien)  de nuestra compañera; esto no se debe a problemas de aptitud ni de  desempeño, ya que vendía estupendamente,  sino a criterios estéticos y de edad. De esta forma,  los trabajadores del sector están condenados a ser meros ornamentos que deben coincidir con los colores de las alfombras  y los tapizados o lo que es más trágico,  el lugar se transforma en una especie de diario de la guerra del cerdo al decir de Bioy en donde los “Isidoro Vidal” caminan por la cornisa del sexto piso sin saber cuál será su futuro o peor aún imaginándoselo. Sabemos bien que la juventud eterna no existe y que el trabajo no puede ser una pasarela en donde el vestuario es la medida de pertenencia y promoción.
No podemos menos que repudiar estos hechos que atentan contra la dignidad de los trabajadores y hacer un llamado a la reflexión para el trabajo en común de las franjas etarias que tanto enriquecen en lo laboral y humano e impedir la continuidad de estas prácticas discriminatorias.
De nuestra parte, haremos las denuncias  y advertencias en los foros correspondientes.

Comisión Interna

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