Las trabajadoras y
trabajadores de prensa de La Nación repudiamos la política empresarial de
reducción y ajuste permanentes, que primero jaquea nuestro poder adquisitivo y
finalmente elimina nuestros puestos de trabajo.
Actualmente, la situación más acuciante la padecen las y los trabajadores
gráficos de Zepita (Barracas), a quienes la empresa puso entre la espada y la
pared con una disyuntiva de hierro para no cerrar la imprenta: 40% de retiros y
prejubilaciones y 40% de reducción salarial para quienes continuaren
trabajando.
Sin embargo, a pesar de que más de treinta trabajadores ya aceptaron su
desvinculación y a pesar de que la parte sindical ya ha aceptado la reducción
del 25% de sus salarios, la intransigente posición empresarial da casi por
cerrada la negociación y amenaza con el cierre final de la planta.
Amparados por un Gobierno que propone vivir en la incertidumbre, la conducción
empresarial de La Nación parece haberse propuesto precarizar todo lo
precarizable, cuando no cerrarlo.
Muy difícil pensar el futuro del periodismo en estos términos.
Solidaridad con los trabajadores gráficos de S.A. La Nación.
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