martes, 30 de marzo de 2021

Sobre un editorial de La Nación que habla de trabajadores y sindicatos

En las ediciones online e impresa del diario La Nación y en las revistas que edita el grupo, un alto porcentaje de trabajadores cobran salarios iguales o inferiores a la canasta básica. Otros apenas un poco por arriba. El promedio es de entre 60 y 80 mil pesos. Algunos trabajadores y trabajadoras con muchos años en la empresa o que pudieron acordar un sueldo mejor al ingresar, superan un poco estas cifras. Lo cierto es que en La Nación más del 60% no llega a percibir sueldos mayores a los 150 mil pesos bruto. 

En el editorial de ayer titulado: “Una TV Pública anacrónica e insostenible”, siguiendo la línea de una serie de notas ya publicadas que indagan en las condiciones laborales de los medios públicos, La Nación argumenta que sueldos de 200 mil pesos son una desmesura. Más allá de posturas sobre el rol de los medios públicos, en las que se puede o no coincidir, como trabajadoras y trabajadores de este medio nos preocupan esta serie de notas que atacan las conquistas laborales y la gestión de los sindicatos que nos representan. 

Las cifras que presentan tanto el editorial, como las notas que lo precedieron, no se ajustan a la realidad, ya que el 63.45% de las y los trabajadores de la TV Pública tienen ingresos menores a 200 mil pesos. De cualquier manera nos preguntamos ¿Qué tiene de malo que un trabajador sea bien remunerado por su tarea? ¿Qué tiene de malo que se le reconozcan las horas extras y otros pluses por servicios no contemplados en su categoría? 

La respuesta está en el anteúltimo párrafo, cuando dice “…no es posible seguir aferrados a convenios laborales del año 1975…”, entonces queda claro que la nota justifica la política que la empresa lleva adelante hace años puertas adentro con sus propios trabajadores, que se basa en el desconocimiento de las leyes que regulan el trabajo en prensa. Una política que implementa reducción de la dotación y flexibilización de condiciones laborales (horarios extendidos, multiplicación de tareas, tercerización y pasantías que no lo son, contratos a termino para trabajadores/as que hacen tareas propias de una redacción), y una política salarial a la baja que pauperiza cada año más y más a las y los trabajadores. La difamación de quienes representan a los trabajadores busca minar la fortaleza de quienes resisten estas políticas. 

La vara no es igual para unos y otros. Desde este mes se relanzó el canal LN+, con contratos que superan el millón de pesos mensual para las figuras de la pantalla chica. En su última charla por Meet, Francisco Seghezzo, Ceo de la empresa, informó que esta inversión, millonaria en dólares, sale de los bolsillos de los propietarios de la empresa, negando rotundamente la participación de inversores externos. Las y los trabajadores de La Nación nos preguntamos ¿cómo puede haber tanto dinero para unos pocos mientras resulta tan difícil conseguir que los básicos de La Nación superen la línea de pobreza? ¿Cómo puede ser que no se retribuya económicamente el enorme esfuerzo de sostener la producción de manera remota, cubriendo gastos que la empresa desconoce, poniendo incluso en muchos casos, equipos propios para asegurar que las ediciones sigan llegando a los lectores de la manera habitual?

En cambio, en este mes de marzo, cuando asoma un rebrote virulento de la Covid-19, la empresa requiere que quienes trabajan en la redacción, vuelvan al trabajo presencial en Vicente López, expondiéndonos al contagio. Esa es la manera en que reconocen la labor realizada durante 2020, con sueldos a la baja, multiplicando tareas y horarios sin reconocimiento económico, manteniendo planes de reducción de personal cuando está probado que la reducción la cubren los mismos trabajadores con mas y mas esfuerzo. 

El problema no son los sueldos de los trabajadores y trabajadoras de la TV Pública, el problema son los sueldos y las condiciones de trabajo de las y los trabajadores de La Nación.

miércoles, 17 de marzo de 2021

Informe de la reunión de ayer con RRHH y José Del Río

 La Comisión Interna:

▪️Preguntamos cuales son los motivos por los que se debe volver a la presencialidad cuando no hay cambios en el contexto de pandemia.

▪️Solicitamos se excuse no solo a las personas mayores de 60, con comobvilidades, menores y adultos a cargo, embarazadas, también a quienes deben hacer largos viajes en transporte público y/o a quienes expresen temor estresante al contagio.

▪️Que se considere para el regreso principalmente a quienes deseen volver.

▪️Que haya una comunicación escrita de la mecánica de regreso paulatino, que dé marco a este proceso.

▪️Que el personal que deba o quiera excusarse de regresar lo haga no solo a su jefe/a sino a una casilla de correo de RRHH.

▪️Que se compensen gastos de movilidad (nafta) para quienes no usaban movilidad propia previo a la pandemia, pero deban hacerlo ahora dada la exposición en el transporte público. 


RRHH y José Del Río:

▪️El regreso es una decisión tomada. Se necesita presencialidad para resolver los cierres de primera sin riesgo a retraso por desconexión de internet en los hogares. También para incorporar a los equipos a nuevas/os empleados incorporados durante la pandemia. No dieron otros motivos (ni proyectos, ni otros cambios en la forma de trabajar)

▪️No regresaron las revistas.

▪️No tienen que concurrir quienes se encuentran entre los exceptuados. 

▪️Quienes se excusen de concurrir y sigan trabajando de manera remota, pueden escribir mail a Enrique Pagliaricci explicando los motivos:

epagliaricci@lanacion.com.ar

▪️José del Río y Lorena Ferradás se comprometieron a hablar con los secretarios para ver si hay información que no esta llegando tanto hacia ellos como hacia los trabajadores/as

▪️No respondieron ni por si ni por no el pedido de comunicación oficial por mail, ni el pago de gastos (nafta).

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Lo enviado a Recursos Humanos

Comisión Interna de Prensa

Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba)

Vicente Lopez, 15 de marzo 2021 

Directora de Recursos Humanos, Licenciada Lorena Ferraras 

Gerente de Recursos Humanos, Sr. Enrique Pagliaricci 

Por medio de la presente expresamos nuestra preocupación ante el planteo de las autoridades de la empresa, realizado a través de los jefes de las distintas áreas de la redacción, de regresar al trabajo presencial cuando se mantiene, sin modificaciones sustanciales, el contexto de pandemia por covid 19. Esta decisión unilateral de la empresa afectando las condiciones vigentes, en violación del art. 66 de la Ley de Contrato de Trabajo, genera un grave perjuicio por cuanto no existirían razones atendibles para alterar el actual régimen de trabajo a distancia (excepcional en el marco de la emergencia sanitaria vigente hasta el 31 de diciembre de 2021). 

La situación imperante requiere de llegar a acuerdos entre la representación de las y los trabajadores y la representación empresaria según se desprende de la normativa vigente, apelando a la buena fe de las partes, para en su caso modificar las condiciones actuales de trabajo, con garantías suficientes desde el punto de vista de la prevención y salud de los trabajadores. 

Según la misma normativa y más allá de los acuerdos a los que se arribe en una negociación de partes, deben quedar exceptuados del regreso a la presencialidad, incluso de un régimen mixto (presencial y a distancia) quienes padecen enfermedades de riesgo ante el virus, los mayores de 60 años, así como las personas convivientes y/o a cargo de menores en edad escolar, ancianos o personas de riesgo. También aquellas personas que deban exponerse a posibilidad de contagio en largos viajes en transporte público y en horas pico, para concurrir a las oficinas de Vicente López. 

La modalidad de trabajo desde el hogar lleva un año de práctica y demostró ser efectiva tanto para el cuidado de la salud como para la realización de las tareas y la continuidad de la producción, la que no se vio afectada sustancialmente ya que los productos papel y web no se discontinuaron por efecto del distanciamiento. Este mecanismo excepcional se da por el contexto particular de pandemia, desde su inicio nadie abandonó sus funciones ni modificó sus resultados laborales. Por lo tanto, no hay ninguna razón lógica, ni laboral ni de otra índole, para modificar esta condición. Cualquier modificación o alteración parcial de esta situación debe ser consensuada con los trabajadores a través de nosotros, su representación gremial. 

De manera simultánea a esta condición extraordinaria, vale mencionar que a partir del 1° de abril entra en vigencia la ley de teletrabajo aprobada por el Congreso de la Nación, cuya reglamentación indica que se debe acordar de manera paritaria, las condiciones económicas y laborales en que se debe desarrollar, por lo que vemos oportuna la ocasión para abrir la mesa de negociación para regular de común acuerdo esta nueva modalidad. Aclaramos que no consideramos lo mismo el teletrabajo en circunstancias normales, que la condición de trabajo desde el hogar debido a la pandemia, por lo que, si bien tienen puntos de coincidencia, los dos temas deben abordarse de maneras diferente. 

En consecuencia, y en orden a lo indicado precedentemente, consideramos que: 

▪️1) deberían mantenerse las condiciones de trabajo a distancia mientras dure la emergencia sanitaria y hasta tanto la totalidad de los trabajadores sean inmunizados a través de la vacunación; 

▪️2) en casos excepcionales que requieran alguna forma de trabajo presencial, deberá previamente abrirse una instancia de diálogo con la representación sindical de manera de preservar los derechos y resguardar las condiciones de prevención frente al contagio; 

▪️3) en ningún caso podrían ser convocados trabajadores pertenecientes a grupos de riesgo, mayores de 60 años y con tareas de cuidados de niños y/o ancianos; 

▪️4) a los fines de evaluar las condiciones del teletrabajo para el momento posterior a la pandemia, consideramos que sería necesario comenzar a conversar sobre el régimen que correspondería aplicar, sobre todo en relación a las cuestiones no resueltas por la Ley 27.555 y su reglamentación. 


 Comisión Interna de Prensa La Nación 

Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA)