Y
van…
Perdimos
la cuenta porque es en cuentagotas pero incesante. Hoy despidieron a un
compañero de Operaciones Comerciales. No es el primero, según parece no será el
último.
Repudiamos
los despidos, repudiamos el achique de puestos de trabajo en el contexto
desolador en el que está el país. Lo que para los dueños de la empresa es una
cuestión de números, para los trabajadores se trata de supervivencia, del plato
de comida, de pagar las cuentas, el alquiler, del futuro de nuestros hijos.
Nos
dicen que hay que llegar a la otra isla, que es un tema de “sustentabilidad”,
que un futuro venturoso nos espera allí. La pregunta es para quienes, quienes
serán los “elegidos”. Otra pregunta asoma enseguida: ¿Una isla construida sobre
qué pilares? ¿Qué tan venturoso y cierto será ese futuro prometido?
De todas las islas visitadas, dos
eran portentosas. La isla del pasado, dijo, en donde sólo existía el tiempo
pasado y en la cual sus moradores se aburrían y eran razonablemente felices,
pero en donde el peso de lo ilusorio era tal que la isla se iba hundiendo cada
día un poco más en el río. Y la isla del futuro, en donde el único tiempo que
existía era el futuro, y cuyos habitantes eran soñadores y agresivos, tan
agresivos, dijo Ulises, que probablemente acabarían comiéndose los unos a los
otros. Roberto Bolaño
No hay comentarios:
Publicar un comentario